Un héroe mítico, Filípides o Fidípides, el heraldo, real o imaginario, que fue portador de la noticia de la victoria de Atenas sobre los persas en la batalla de Maratón, está en el origen de la prueba atlética cuya historia reciente nos ha proporcionado los nombres de otros héroes cercanos, grandes atletas que en su lucha contra el crono alcanzaron importantes hitos sociales.
La victoria ateniense en el siglo V a.C. representó una conquista por la libertad frente al opresor persa. Veinticinco siglos después, tras los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, las glorias del maratón no lo fueron sólo deportivas, sino que se convirtieron en símbolos por la conquista de derechos individuales y colectivos. Desde el humilde aguador griego, Spiridon Louis, que venció en la primera maratón de Atenas en los Juegos de 1896, y se convirtió en héroe nacional, hasta el gran campeón etíope, Abebe Bikila, primera medalla de oro olímpica de la historia para un atleta africano, libraron una lucha por conquistas sociales y se han convertido en símbolos de la libertad.
La épica moderna tiene un espacio especial para los logros femeninos. Excluidas de las competiciones olímpicas por los primeros organizadores, la lucha de las mujeres por tener los mismos derechos que los hombres se inicia desde la primera maratón olímpica: algunos periódicos helenos ya recogen el intento de participación de una joven griega, Stamata Revithi, sin éxito. Más de medio siglo después, Kathrine Switzer, icono del feminismo mundial, logró correr la maratón de Boston en 1967, cuando aún tenían vetada la participación. No sería hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984 cuando la mujer obtuvo el derecho a participar; la primera ganadora de una maratón olímpica fue la estadounidense, Joan Benoit.
La tremenda dureza del maratón también otorga la gloria a grandes perdedores. La imagen del final agónico de la suiza Gabrielle Andersen, deshidratada y tambaleante, dio la vuelta al mundo. O el caso del italiano Dorando Pietri, relatado por el propio Conan Doyle en el Daily Mail, que en los Juegos de Londres de 1908 sería descalificado al recibir ayuda de las asistencias en los metros finales, cuando estaba a punto de vencer. Uno de los vencedores legendarios fue el checo Emil Zatopek, “La locomotora humana”, dominador mundial de las carreras de fondo tras la II Guerra Mundial que, además, sufrió la dominación nazi y la dictadura checoslovaca bajo la órbita soviética.
Documentos RNE se adentra en la espectacular historia de la mítica carrera de la mano de Alfredo Laín. Con el catedrático de Griego Antiguo y especialista en Deporte de la Grecia Antigua, Fernando García Romero, se analiza la época remota desde los relatos de Heródoto o Plutarco; el ex jugador de baloncesto y médico especialista en fisiología del deporte, Juan Antonio Corbalán, nos detalla los efectos que tiene el esfuerzo físico para el organismo de los maratonianos; y Carlos Pérez, atleta y amigo de Abebe Bikila, nos cuenta su experiencia al lado del campeón africano. El recorrido se completa con testimonios, textos y recreaciones de las grandes hazañas de la historia del maratón.