Documentos RNE se interesa por la historia de Mónico Sánchez. A pesar de haber caído en el olvido, este ingeniero, inventor y empresario español, destacó en el mundo de comienzos del siglo XX como especialista en el mundo de la electricidad, un sector de candente ebullición y responsable de grandes transformaciones tecnológicas, al que contribuyó con su invento de la máquina de Rayos X portátil.
La historia de Mónico es tan apasionante como desconocida. Un niño que nace a finales del siglo XIX en un pueblecito de La Mancha, en el seno de una familia pobre pero con una enorme inquietud por aprender. Fascinando por la electricidad, que en ese momento empezaba a desarrollar su poderío para cambiar la vida de las personas, Mónico sale de su pueblo natal con la iniciativa de desarrollar su vida en torno a la nueva fuente de energía, primero a Ciudad Real y después a Madrid, donde se estaba desplegando la electrificación de la ciudad. Pero ávido de conocimiento, con apenas 24 años viaja a Nueva York, donde se instala y se convierte en uno de los principales impulsores de la electromedicina del momento.
Mónico Sánchez representa la peripecia vital de un luchador. Primero tuvo que sobreponerse a la pobreza, después, a las dificultades para poder desarrollar sus estudios en Madrid, y cuando decide ir a Estados Unidos, tiene que superar la barrera del idioma para alcanzar su sueño: educarse y trabajar en el campo de la electricidad.
Su tesón dio resultados, y solo cinco años después de llegar a Manhattan, Mónico Sánchez registra su invento: la máquina de Rayos X portátil. A partir de ese momento, el inventor manchego se codeará con grandes figuras, como Edison o Tesla, abriéndose un lugar entre ellos. Pero su historia no acaba aquí. Avalado por su éxito, decide volver a España para poner en marcha un laboratorio de electricidad puntero. Al principio su empeño será exitoso pero pronto se verá truncado por la Guerra Civil y por sucesivas desgracias familiares.
El documental de Mamen del Cerro saca del olvido a este magnífico emprendedor español. Recorre su obra de la mano de su nieta, María José Estébanez Sánchez, que nos ilustra con sus recuerdos y anécdotas. También cuenta con el testimonio de su biógrafo y profesor de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real, Juan Pablo Rozas. Y finalmente, el catedrático de Física atómica, molecular y nuclear, Manuel Lozano Leyva, nos ayuda a comprender la importancia que tuvo la electricidad a comienzos del siglo XX, como uno de los principales motores de la Segunda Revolución Industrial, y su relación con Mónico Sánchez.