Desde que en 1517 Martín Lutero pusiera las bases del cisma protestante al clavar sus 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Witenberg, su doctrina se propagó por Europa con la ayuda de los príncipes alemanes, hasta afectar al corazón del imperio de Carlos V y quebrar la unidad religiosa y política.
La Reforma prendió en algunos círculos eruditos españoles influidos por las ideas de Erasmo de Rotterdam. Las primeras huellas del protestantismo en España se encuentran relacionadas con la Universidad de Alcalá de Henares, donde el erasmismo tuvo una notable influencia. El primer referente luterano será el joven estudiante complutense Juan de Valdés que en 1529 publica su Diálogo de Doctrina Cristiana, un catecismo inspirado en los textos de Lutero. Unos años después Casiodoro de Reina realizó la traducción al castellano de la Biblia, la conocida como Biblia del Oso, que se convirtió en referencia del protestantismo en España.
La historia del protestantismo en nuestro país es una historia de más de cuatro siglos de intolerancia y represión, con cortos periodos de tolerancia relativa, hasta que la Constitución de 1978 reconociera la plena libertad religiosa.
La persecución del protestantismo se remonta a 1521, cuando el emperador Carlos V celebra su desencuentro con Lutero en la Dieta de Worms y percibe la enorme amenaza que representaba para su ideal político de un imperio bajo una fe cristiana única. La Inquisición proyectó su temible sombra para reprimir duramente cualquier atisbo de herejía; la tenencia o lectura de libros prohibidos podía conducir a la hoguera y las denuncias se extendieron incluso dentro de las élites administrativas y académicas. Decenas de personas, acusadas de herejía, fueron quemadas en Autos de Fe tan conocidos como los de Valladolid o Sevilla y su huella quedó impresa en la conciencia popular.
Hubo que esperar al siglo XIX para que se reconociera la libertad de culto en la Constitución de 1869, durante la I República, pero la enorme presencia social de la Iglesia impidió consolidar el avance. Lo mismo ocurrió en la II República, cuya libertad religiosa quedaría anulada con la dictadura franquista.
No obstante, durante todos los siglos de represión, el protestantismo en España encontró algunos medios de expresión principalmente relacionados con comunidades extranjeras asentadas en nuestro país por motivos profesionales, mercantiles o diplomáticos. Esta tolerancia relativa se percibe en cementerios civiles, como los británicos de Málaga o Carabanchel, en Madrid, creados en el siglo XIX.
El documental Protestantes en España, creer a la contra, de Alfredo Laín, se adentra por este mundo de la mano de Doris Moreno, doctora de Historia Moderna y Contemporánea y autora de libros como Casiodoro de Reina. Libertad y Tolerancia en el siglo XVI y La invención de la Inquisición; Gabino Fernández Campos, pastor evangélico, historiador y director del Centro de Estudios de la Reforma; y Ricardo García García, profesor, investigador y subdirector de Relaciones con las Confesiones Religiosas entre 2012 y 2015.