El 28 de mayo de 2023 se cumplen cinco años de la muerte de María Dolores Pradera, cantante de música popular que, en su larga trayectoria artística, hizo posible un rico intercambio de canciones entre España y América Latina.
En el documental, con la firma de Modesta Cruz, nos deleitamos con sus inolvidables canciones y recorremos su personalidad a través de su propia voz. También se descubren aspectos personales menos conocidos, como su firme carácter y el desenfado que se escondía tras su clásica y elegante figura.
María Dolores Pradera nació en 1924. Era hija de un emigrante asturiano que hizo fortuna en Chile, por lo que sus primeros años transcurren entre largos viajes en barco a través del Atlántico. Ya de niña, en esas estancias con su padre, absorberá el rico folclore americano que le servirá de base a su identidad musical.
La muerte del padre, en 1935, y la pérdida de los negocios, cambió la suerte. La guerra y la posguerra serán años de muchos apuros para la familia. María Dolores logró dar sus primeros pasos artísticos en el cine. Empezó trabajando como extra, muy jovencita, en los estudios Chamartín. Llegó a intervenir en más de veinte películas, algunas tan populares como Altar Mayor o Inés de Castro.
Sin embargo, nunca le gustó la gran pantalla. A través del cine consigue dar el salto al teatro, donde se sentía más a gusto. En él tuvo la suerte de trabajar con los mejores directores y actores del momento, e interviene en obras como La celestina, Mariana Pineda o El jardín de los cerezos.
Pero será en 1952 cuando empiece su carrera musical. A María Dolores, que le gustaba cantar desde niña, le ofrecen actuar en una sala de moda madrileña, Alazán. La canción terminará por convertirse en su única profesión. Se inclinará por el repertorio latinoamericano que había oído de niña y hará populares canciones como La flor de la canela o Fina estampa.
Su nombre se hizo muy conocido y hará giras por países latinoamericanos en los que se hizo tremendamente popular. En México, donde vivió algunas temporadas, la bautizaron como La gran dama de la canción a causa de su elegancia y estilo clásico que mantuvo toda su vida.
Durante treinta años cantó acompañada de las guitarras de Los gemelos, los hermanos Sebastián y Julián. Grabó discos junto a otros artistas como Los sabadeños, Sabina, Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel o Carlos Cano.
Una neumonía la alejó de los escenarios en el año 2012, con casi 87 años. María Dolores Pradera falleció seis años después, tras más de sesenta de carrera musical y habiendo interpretado alrededor de seiscientas canciones.
El documental, María Dolores Pradera, la gracia del cielo, además, cuenta con los testimonios de su hijo, Fernando Fernán Gómez, y sus amigos, la cantante Rosa León y el periodista Luis Alegre.