Hay pocos líderes políticos menos conocidos que Matilde Landa. Tal vez, la primera razón estriba en ser mujer, y después, en mantener sus ideas antifascistas hasta dar la vida por ellas.
Educada en el marco de la Institución Libre de Enseñanza, muy pronto Matilde tuvo contacto con personajes de la talla de Francisco Giner de los Ríos, Nicolás Salmerón, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno o Antonio Machado.
En los años 30 inicia su militancia comunista, y en la guerra se convierte en una de las figuras más destacadas del Socorro Rojo Internacional. Justo antes de acabar la contienda, llega a ser uno de los cargos más importantes del PCE en Madrid.
Detenida en marzo de 1939, Matilde Landa es condenada a muerte y recluida en la cárcel de Ventas, en Madrid. Allí se convertirá en la interna más popular y será conocida como la madre de las penadas, al asistir al resto de reclusas.
De allí fue trasladada a la Prisión Central de Mujeres de Palma de Mallorca, donde vivió su amargo final. En esa cárcel, administrada por las Hermanas de la Caridad, trataron de buscar el trofeo de su conversión, pero tras ser hostigada y reprimida, Matilde Landa prefirió acabar con su vida antes que con sus principios.
Allí empezó la historia de un mito silenciado que amplificamos en este documental sonoro, cuyo guión firma Juan Ballesteros. En él, sus elocuentes cartas nos permiten poner voz a su olvido.
Además, participan David Ginard, profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de les Illes Balears y autor de Matilde Landa, el compromiso y la tragedia; María Rosa Villa Landa, sobrina de Matilde y testigo de gran parte de su tragedia; e Iván Zancajo, sobrino segundo de la protagonista.
Además, contamos con los testimonios de Enrique Villarreal, músico del grupo Barricada, autor del tema Matilde Landa; y de Mariano López, nieto de la biografiada, hijo de su única hija: Carmen.