Coincidiendo con el centenario del nacimiento de Pasolini, Documentos RNE dedica un programa al cineasta y escritor italiano, homosexual y comunista, que marcó una época de la vida de su país, años difíciles conocidos como los años de plomo.
Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia en 1922, hijo de un militar del ejército fascista, con el que nunca se entendió, y de una madre con la que mantuvo una estrecha relación hasta su muerte.
Estudió Letras en la prestigiosa universidad boloñesa y parecía destinado a enseñar Arte y Literatura, pero las circunstancias le llevaron por otro camino. Durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó a la aldea materna de Casarsa, en la región del Friuli, donde desarrolló sus ideas políticas. Pasolini se definía como un intelectual marxista independiente y mantuvo una relación de amor-odio con el Partido Comunista. Le votaba siempre, pero, a la vez, criticaba su burocracia y sus consignas.
En Casarsa también explotó la atracción que, desde muy pronto, sintió por los jóvenes de su mismo sexo, lo que la traerá múltiples conflictos. Uno de esos escándalos le obligó a abandonar Casarsa en 1950 y trasladarse a Roma con su madre.
En la capital los apuros económicos se mezclan con una sexualidad más libre. En este ambiente, comienza a desarrollar su carrera literaria. Publica novelas como Chicos del arroyo, donde presenta a jóvenes pobres de los suburbios que sobreviven con pequeños robos, pero sin conciencia de clase. También poesía, una práctica que desde niño le sirvió para expresar, con cierto desaliño estético, su conciencia social. En 1957 publica Las cenizas de
Gramsci, quizá su poemario más importante, donde hace un homenaje al político marxista italiano.
Buscando un lenguaje con el que llegar a más gente, se encontró con el cine. A los cuarenta años, sin apenas formación, se lanzó a dirigir películas. Su filmografía contiene importantes títulos que, como sus artículos, no dejaban indiferente a nadie: Accatone, Mamma Roma, El Evangelio según San Mateo, Teorema, El Decamerón, o la última, Saló o los 120 días de Sodoma.
Buscaba la provocación y tuvo que afrontar 33 procesos judiciales a lo largo de su vida. Sus críticas iban contra la sociedad italiana de su época que, en su opinión, había cambiado sus costumbres por el consumo desenfrenado capitalista. Atacaba a la televisión por haber acabado con la cultura, a la religión, a los políticos, a la mafia… todo el poder era objeto de sus dardos.
Por eso, a muchos no les extrañó cuando apareció muerto en la playa de Ostia, la madrugada del 2 de noviembre de 1975, en lo que pareció un peligroso encuentro homosexual. Sin embargo, su muerte dejó tras de sí muchos puntos oscuros.
La Pasión según Pasolini, con guion de Modesta Cruz y Samuel Alarcón, cuenta con una importante exclusiva, el testimonio de la escritora italiana Dacia Maraini, quien compartió con él sesiones de cine, viajes, tertulias, confidencias. Además, nos ayudan a desvelar sus claroscuros uno de sus últimos biógrafos, Miguel Dalmau; el experto en su poesía, Martín López Vega; y el especialista en cine italiano, Ángel Quintana.