El artista griego Iannis Xenakis ha sido una de las figuras más personales e influyente del arte de la segunda mitad del siglo XX. Ingeniero de formación, ha dejado una innovadora obra como músico y arquitecto, en la que la aplicación de modelos matemáticos le permitió lograr nuevos lenguajes artísticos.
Sus conocidos politopos, propuestas innovadoras de espectáculos de fusión de luz y sonido en dialogo con grandes espacios únicos, que realizó para escenarios tan impactantes como Persépolis en 1971 o Micenas en 1978, son un claro precedente del actual concepto de instalación artística y espectáculo performativo.
En 2022 se cumple el centenario de su nacimiento y Documentos RNE se acerca a su figura con el espacio Xenakis, la alianza entre arte y ciencia, de Ana Vega Toscano. El documental sonoro parte de la propia visión del artista a través de una recreación biográfica realizada con fragmentos de entrevistas recogidas en el libro Conversations with Xenakis, del húngaro Bálint András Varga. Igualmente se rescata su propia voz del Archivo de RTVE, gracias a una entrevista realizada al compositor en su estudio de París en el año 1986.
Se cuenta también con la participación de la arquitecta Susana Moreno, coordinadora del grado de Fundamentos de la Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid y autora del libro Arquitectura y Música en el siglo XX; y del compositor Adolfo Núñez, fundador y director del Laboratorio de Informática y Electrónica Musical del INAEM y profesor de la UAM y de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Xenakis, que nació en 1922 en la localidad rumana de Ballin, vivió en carne propia la crudeza de la Segunda Guerra Mundial; acontecimientos que inspiraron muchas de sus obras posteriores. Formado en la Universidad de Atenas como ingeniero, en 1947 tuvo que exiliarse de Grecia. Terminó recalando en París donde comenzó a trabajar en el estudio de Le Corbusier, una de las figuras más destacadas de la arquitectura del siglo XX, mientras continuaba con su formación musical, iniciada ya en Grecia.
En 1955, el estreno de su obra musical, Metátasis, en el festival de música de Donaueschingen, le reveló como una de las personalidades más originales del panorama compositivo. En paralelo inició su andadura como arquitecto, con obras como el convento de La Tourette. Momento álgido en su carrera sería el famoso Pabellón Philips, creado para la exposición de Bruselas de 1958, donde también presentó una pionera obra electroacústica, Concret PH.
Toda su obra, ya sea musical, arquitectónica o performativa, se encuentra entrelazada por su ideario humanista, que le llevó a formular una importante obra teórica en numerosos artículos y libros, como es el caso de Músicas formalizadas. Precursor de la utilización de la informática y los ordenadores como herramienta de ayuda a su creación, supo aunar arte y ciencia como dos caras de una misma moneda, dos formas de conocimiento indisolublemente unidas en el hombre.