Los Rolling Stones en la intimidad: queremos escucharles tocando en una sala de tamaño razonable o en una habitación, con el mínimo volumen, músicos interactuando sin las miradas de sesenta mil personas (18/03/10).
Convertidos en esos muñequitos que se mueven al fondo del estadio,los Rolling Stones han perdido su humanidad. Y eso es lo que deseamos recuperar en este programa: queremos escucharles tocando en una sala de tamaño razonable o en una habitación, con el mínimo volumen, músicos interactuando sin las miradas de sesenta mil personas. Pueden estar en un sofocante sótano de una mansión en la Costa Azul o en un aséptico estudio de Tokio o Lisboa pero, de alguna manera, salta la chispa y la música -no el show, no el negocio, no el ego- pasa al primer plano. Una docena de canciones, procedentes de discos como Exile On Main Street o Stripped (18/03/10).