El año 1939 sería recordado por los habitantes de Polonia como el inicio de su particular Apocalipsis. Esta república plenamente soberana pero insegura, después de siglos de lucha, vivió sus peores momentos cuando la Alemania nazi y la Unión Soviética atacaron por ambos costados sus fronteras. Las próximas cuatro décadas, más allá de las innumerables muertes sufridas durante la Segunda Guerra Mundial, tendrían un denominador común: la opresión, el sometimiento absoluto y la lucha por su definitiva independencia.
A lo largo de este programa de El Arte de la Guerra no podremos ahondar exhaustivamente en los años de postguerra, pero sí lo haremos –teniendo a la música como marcador principal- durante el terrible lustro de esa contienda. Desgraciadamente perdieron la vida más de 7 millones de personas, pero, y todo hay que decirlo -de no haber sucedido el choque frontal entre las dos potencias en territorio polaco, planificado a medias- el Plan General del Este, ideado por los alemanes, habría eliminado al 80% de la población polaca en uno de los mayores planes genocidas que se han conocido en la historia, que, traducido en cifras, superarían los 20 millones de habitantes.
