Bienvenid@s a un bosque habitado por dos siglos en la historia de la humanidad. Doscientos años desde que nació Henry David Thoreau, como dice nuestro invitado de hoy, Diego Cobo, uno de los filósofos más revolucionarios de América que vivió por el individuo, la rectitud y la defensa de la naturaleza. Sí, hemos tenido dos centurias para asumir el legado del mayor demócrata, como diría su maestro Ralph Waldo Emerson, que él mismo había visto. Y toca ponerlo en práctica.
Dice además Diego Cobo, periodista y estudioso de Thoreau, que afirmar que no fue valorado en vida no sería hacer justicia. En su diario encontramos continuamente anotaciones donde asume estar fuera de la órbita de la sociedad, a la que critica con dureza, aunque no le importaba demasiado: le bastaba con fundirse con la naturaleza, caminar durante horas –su gran pasión– y vivir de acuerdo a sus principios. Y si su vida “salvaba la cosecha de un hombre”, anotó en uno de sus cuadernos, “eso que gana”. “Trascendentalista y filósofo natural, hasta el tuétano”, como dijo de sí mismo en la intimidad de su diario, para Thoreau, ningún hecho justo le era ajeno, así que se comprometió en aquellas causas en las que tuvo ocasión.
La mayoría de las personas le conocen por su libro "Walden", publicado en 1854 tras otras tantas correcciones, con escasas ventas y malas críticas. En sintonía con su vida, el libro era un tratado revolucionario frente a la rígida moral del siglo XIX. Pocos lo entendieron, aunque sí se ganó un círculo de admiradores. Hoy es uno de los libros más comprados a nivel mundial. Quizás es el momento de aprender y asumir sus enseñanzas.
Nuestro invitado de hoy, Diego Cobo, también nos ha sugerido la banda sonora musical de este homenaje a Thoreau. Michael Jonhnathon, autor entre otros temas de "In the Woods", "Walden o La balada de Thoreau". Juan Carlos Ruiz da voz a los textos escritos por Diego Cobo, una suerte de camino, de ruta tras los pasos del padre de la ecología, dando fe de su propia visita a Concord, en Massachusetts.
Así que hunde tus raíces en la laguna Walden, extiende tu sentido común verde hacia el horizonte de Concord y nútrete del trascendentalismo y las primeras reflexiones democráticas con humus enriquecedor para todos los tiempos… Porque estás entrando en el universo Thoreau, sin duda territorio conmovido… ¿Arriba las ramas!