Habita nuestro bosque el noble y ancestral oficio de forestal. Guarda forestal, ingeniero forestal, voluntario forestal. Y, muy especialmente, un pájaro forestal, el rey de los forestales, capaz de reforestar mejor que cualquier silvicultor: el arrendajo.
Dice Ignacio Abella que el arrendajo es la comadrona que ayuda a dar a luz a todos y cada uno de los hijos del roble en el vientre vivo y caliente de la madre humus, que dispersa bellotas, hayucos, avellanas, nueces castañas, que bastaría poner a su disposición las semillas necesarias para la conservación de los bosques. Cita Abella a Ehrenfried Pfeiffer, y éste a Bier... Y, como todos ellos, nos proclamamos admiradores del arrendajo y de nuestros forestales, custodios de nuestros bosques y nuestros montes.
Por este motivo nos visita hoy el ingeniero de montes alemán, comprometido emocionalmente, a nivel humano y arbóreo, con España. Un auténtico miembro de la Revolución de los Conmovidos, un hombre amable, enamorado de la naturaleza y de toda su sabiduría que mezcla en el alambique de su quehacer durante más de cincuenta años, el conocimiento científico nacido de la observación, de la praxis, de las lecturas poéticas y de la espiritualidad, en ese ubuntu envidiable entre humano y naturaleza. Aderezan este aliño los mágicos ingredientes que nos proporcionan escritores e ingenieros también muy forestales, como el ilustrado Martín Chico, David Herbert Lawrence, creador del célebre guarda forestal Clifford de "El amante de Lady Chatterley" y los amigos y asociaciones que componen el nuevo Conceyu'l Texu en San Esteban de Cuñaba, que celebran nueva asamblea para conseguir proteger, rescatar e inmortalizar para siempre el lugar sagrado de su árbol totem, cómo no, un Tejo.
La emperatriz del blues, Bessie Smith ondea ramas, hojas y raíces al ritmo que marca la extrema sensibilidad de su voz, en su álbum Empty Bed Blues, grabado hace casi un siglo.