Bienvenid@s a un bosque a la sombra de un árbol milenario que murió y vuelve a renacer.
El hechizo de plantar un nuevo árbol a la muerte del antecesor permite que la tradición se perpetúe. Convierte a los tejos venerables y longevos y, por ende, también a quienes los plantan, en verdaderos inmortales.
Estamos en Lebeña (Cantabria) con una teja que murió y su guardiana , Covadonga que ,exactamente diez años después, no sólo no la olvida, si no que no quería irse de este mundo sin ver rebrotar de nuevo a su tejo.
Te avisamos, tenemos la piel de gallina. Covadonga Vejo y el antiguo tejo son la misma cosa. Como las historias de indígenas y tótems donde un individuo y un ser vivo de otra especie comparten la identidad, la personalidad y la energía vita ¡Covadonga y el Tejo de Lebeña!
Este programa es la una historia de defensa de la Naturaleza con final feliz, algo que no suele sucedernos con frecuencia. Dice Ignacio Abella, testigo, protector y cronista del Tejo de Lebeña que, cuando lo visitaba, le impresionaba el aprecio que se le tenía en el pueblo al tejo, como el vecino más viejo. También por todos sus significados simbólicos, culturales y espirituales. Este programa es un regalo que Covadonga, escritora y poeta del tejo, nos ha hecho. A toda la humanidad.
El bosque habitado sintió la sorpresa de la coincidencia: encontrar a una dama de las montañas cántabras que sabe todo lo que nosotros buscamos con veneración en otras culturas milenarias, y que lo sabe todo hasta antes de nacer. Esa sabiduría y sensibilidad transmitida de generación en generación vía ADN conmovido.
Covadonga defiende al tejo desaparecido y a la ardilla, el pájaro carpintero y al ruiseñor. Como nos mostrará en su Cuaderno del Tejo manuscrito, con espiral y cuadrícula o cuando recita sus poemas, con sorprendente memoria y ensimismamiento.
La buena noticia es que Cantabria ha podido, finalmente, complacer a Covadonga. El Tejo de Lebeña se plantará mañana mismo, allí, en el lugar que habitó su madre, la Teja de Lebeña. Estamos tod@s convocad@s a las 10 de la mañana para asistir a un acto histórico, al que no puede faltar la Comunidad del Bosque con su presencia y sus textos: Ignacio Abella, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, Bernabé Moya, y, especialmente, Covadonga Vejo y María Luisa Vejo.
Gracias a ellas por esta lección imprescindible e inmortal.
Así que coge la pala y el humus de tus ancestros, revuelve tu ADN de plantador@ de árboles, rescata la memoria histórica de tus antepasad@s y disponte a viajar hacia la inmortalidad del pasado hacia el futuro…
¿Existe territorio más ilustrado y conmovido? ¡Arriba las ramas del Tejo de Lebeña!