Bienvenidos a un bosque habitado por la paz que proviene del arte de la contemplación…
Una paz que no es rara ni difícil de encontrar… Se ofrece a cada persona en ciertos momentos, desde temprana edad… La paz que proviene de contemplar puede ser alcanzada, entrenada y cultivada hasta que se convierta en un hábito constante que forme la base de nuestra rutina diaria… Así lo entiende Kenneth Rexroth y así la encontramos en el último libro de Joaquín Araújo: “El arte de contemplar”… Contemplar la natura porque, como dice Joaquín: “lo que fundó tu mirada fundó también la vida”.
Y dice más, que si somos lo que miramos, quedarán pocas dudas de que, al contemplar, seremos los mejore, sencillamente porque somos todo y todos los demás… Porque contemplar enseña diez veces más que buscar y cien veces más que perseguir… Contemplar puede desembocar en que tú (que eres contenido) te conviertas en continente del continente que te contiende… Vamos, que contemplar consiste en comprender lo que te comprende…
Y contemplamos la belleza de la naturaleza para dejar de echar de menos el paraíso, con una respuesta del paisaje que nos haga abrir los ojos… Una más de Aráujo: Nada más empezar a contemplar, te percatas, por fin, de que tus sentidos tienen sentido… Algo que viene practicando desde hace mucho tiempo y en toda ocasión, la Comunidad del Bosque: José y Bernabé Moya, Fernando Fueyo, Ignacio Abella, Raúl de Tapia, Óscar Prada Campaña, José Plumed, Mar Verdejo y todos los oyentes activistas de la Revolución de los Conmovidos. Una revolución que hoy nos lleva “Hacia los bosques del Sur”, de el grupo Pleasant freams…
Así que hoy entrégate a las tramas de la vivacidad, déjate instruir en lo esencial por lo esencial y contempla hontanares caudalosos, bosques de bosques, enjambres de bandadas, olas y nubes… y pide ser atalantado…Porque estás entrando en territorio habitado por el arte de contemplar, pero territorio conmovido… Arriba las ramas!