Habita nuestro bosque un especialista en grabar al mundo, en registrar cómo suena toda vida del planeta, un director de orquestas biodiversas de todos los ecosistemas imaginados, un colaborador personal de la mismísima Natura para la que trabaja, por la que sueña y en la que vive muchas jornadas de su vida. Allí donde alguien vibra, berrea, se arrastra, aúlla, grazna, barrita, maúlla, ruge, zumba, gruñe, ulula, grilla, jorgea, crotora, bufa y hasta ¡habla en un puertu del quesu!, allí, está él y lo graba: Carlos de Hita. Pero también presencia el momento en el que un volcán emite su trueno volcánico o cuando cae, cristalino y casi silencioso, un copo de nieve o el sonido posterior a un relámpago en una tormenta eléctrica, o la caída de una hoja… Carlos de Hita nos contará la importancia en su trayectoria del primer canto de ballena que escuchó.
Escucharemos textos y sonidos de su último libro “Otoño, una estación de paso” pero también del anterior, “Sonidos del mundo. Viajar de oídas”, ambos editados por Anaya Touring. Una ocasión para este bosque de vivir un poco la aventura vital de este cronista y viajero del sonido. Después, te invitamos a participar en “una de piratas” con el educador ambiental y géografo David Gutiérrez Ferreiro que nos embarcará en El Mater, un antiguo atunero convertido en un pesquero de bajura pero de microplásticos, capitaneado por la científica marina Izaskun Suberbiola.
Además, reclutamos en estas expediciones a los rumores del planeta y de los mares, a Raúl Alcanduerca, Elisa Andrés Gil y Maite Mompó que nos ha conectado con la asociación portuguesa “Vamos Salvar os Sobreiros”, es decir, los grandes alcornoques. Música de Benito Lertxundi, Madrededus, Mili Vizcaíno y Judit Neddermann. Club de la Hojarasca: Isabel Ruíz Lara, Álvaro Soto y Pilar Socorro.
Y ahora, respira la atmósfera otoñal que comienza a colarse entre los komorebis de las ramas de los árboles, mécete al ritmo de los nuevos vaivenes silenciosos, pero estrepitosos, de esta estación y abre tus oídos en modo binaural, desde el centro de cada escena en los claros y en las penumbras del bosque, sin duda, territorio conmovido… ¡Arriba las ramas!
HT: #OtoñoRadio3