A menudo las convergencias entre personas parecen ajenas a la casualidad, como en el caso de los protagonistas de esta entrevista. A Loly Fernández le detectaron VIH cuando tenía 25 años y perdió a su hijo pequeño, víctima del sida, en los años 90. E Iván Garrido es un joven también afectado por este virus desde el nacimiento, cuya madre falleció por el mismo motivo. Sus vidas discurrían en paralelo hasta que un congreso de Seisida en Alicante los unió y crearon un robusto vínculo de afecto y cariño. También el firme compromiso de trabajar por el activismo a favor de la no discriminación de las personas con VIH, un virus que desde hace mucho tiempo ya no es sinónimo de muerte ni tan siquiera de contagio en los casos en los que está tratado. Chema García Langa ha charlado sobre todo ello con Loly e Iván.
El gallo que no cesa
Loly e Iván: unidos por la lucha contra el estigma del VIH
22/05/2024
11:44