El oído atento
"El canto de Orfeo" - 27/02/11
27/02/2011
57:25
Cuando Orfeo salía a pasear todos se alegraban, porque seguramente habría concierto. El viento y el mar se calmaban; los ríos corrían hacia arriba en su busca. Cuando Orfeo cantaba no nevaba, no granizaba; el tigre y el león le lamían la mano y se echaban al lado de las ovejas; los lobos junto al ciervo y el corzo; las ponzoñosas serpientes se adormilaban; los buitres se acercaban sonrientes y acompañaban con sus graznidos el canto de Orfeo. Pero, no sólo eso, los árboles extendían sus ramas, las hierbas y helechos se inclinaban a su paso.