La historia más graciosa y cínica que jamás se haya puesto en música en el mundo de la ópera. Se da el caso paradójico de que solamente los buenos aficionados la conocen, la disfrutan y valoran, y eso que se trata de una ópera del más popular de los compositores italianos, es decir, de Puccini.
Es poco popular, aunque contiene un aria conocidísima, pero la ópera entera, a pesar de que sólo dura 53 minutos, no es célebre por varias razones: la 1ª es porque está dentro de un grupo de óperas de un solo acto, que compuso Puccini con la intención de que se representaran juntas; de ahí que se hable más de Il Trittico, que de cada una de las tres; la 2ª razón es porque se trata de una obra de humor, y, ya se sabe, el humor en la clásica vende poco, lo que gusta es el dramón y las muertes; y 3ª, porque no se necesitan sopranos ni tenores de relumbrón para su representación, razón por la cual se programa poco; además, su corta duración exige ir acompañada de otras, ¡y poner las tres juntas es un espectáculo muy largo y caro!