La narración breve, exquisita, de esas situaciones, comunes a todos, que, en los tiempos ajetreados en que vivimos, se deslizan sin que les prestemos atención y que, en cambio, encierran el germen del buen vivir. A Philippe Delerm, al parecer, no se le escapa una sola oportunidad para aprovechar eso momentos y, al hacerlo, incita al lector a reconocer en sí mismos cuáles son sus propios instantes de gozo. Si, por ejemplo, en una luminosa mañana de invierno, a alguien le llena de placer salir a comprar croissants recién hechos, es muy probable que otros descubran que, en cambio, con lo que más disfrutan es con "el indecente placer de saborear un banana-split" ¡Tantos instantes, tantas pequeñas historias, tantos pequeños placeres de la vida, al alcance de todos y que, sin embargo, nos parecen tan ajenos!
El oído atento
El primer trago de cerveza
07/04/2012
59:57