La noticia del día es la muerte de Rosa María Sardá. El director teatral Lluis Pascual, con el que trabajó en numerosas ocasiones, nos ayuda a recordar a la actriz. Hablaron hace dos días, en lo que entendieron como una despedida, y el ex directror del Teatre Lliure ha asegurado que con "con su risa sardánica que no sardónica, como decía ella, era capaz de arrancarle una carcajada a la vida en el peor de los momentos". Pascual la ha definido como una mujer comprometida con su familia, con sus amigos, con los personajes que interpetaba y con el autor, y también "con sus ideas, una persona consecuente: cuando a alguien le ponen el 'La' delante, cuando alguien es 'La Sardá', es que solo existe ese instrumento que puede dar esa nota". Y ha recordado que él le pidió en dos ocasiones que representara a mujerers que contaban su cáncer sobre el escenario. "Para ella el teatro era un refugio, pero un refugio sagrado", ha concluido.