La obsesión desde niño del violinista toledano Javier Ulises Illán era averiguar cómo sonaban los cuadro de El Greco. Por fin, lo ha conseguido y lo plasma en un libro-disco Angélico Greco. El cielo se llenó de música editado por Cuarto centenario. Son música coetáneas a las pinturas, que se corresponden también en su estilo y temática, interpretados con los instrumentos que aparecen en los cuadros del pintor o que tienen una relación directa. Por ejemplo, Autorretrato de El Greco, donde no aparece más que "el rostro avejentado del autor", suena a "Solo, triste y ausente", una pieza anónima del Cancionero de la Sablonara, compliado en Madrid entre 1624 y 1625. En este cuadro, El Greco se muetra "cansado en un Toledo que no ha acabado de entenderle" (19/05/14).