Mariano Fortuny: la fantasía al alcance de la mano

Probablemente la historia del arte sería distinta si Mariano Fortuny no hubiese muerto en el apogeo de su carrera. Fascinado por Goya, amigo y pariente de los Madrazo y conocedor de la técnica de los macchiaioli, es el máximo representante de lo que se conoce como la pintura de casacón. Siempre al borde de caer en la cursilería, pero sorteándola con gran destreza, sus obras están a medio camino entre Delacroix o Alma Tadema. En este capítulo ilustramos su corta vida con la música de Juan Crisóstomo Arriaga, Francisco Asenjo Barbieri, Francisco Tárrega, Charles Gounod o Georges Bizet, entre otros maestros franceses y españoles.