Toda Francia se vuelca para apoyar a las cuatro víctimas del tiroteo en el colegio judío de Toulouse. Se sospecha que han sido asesinadas por el mismo hombre que mató a tres militares hace menos de 10 días. En todo el país se ha aplicado el grado máximo de alerta terrorista, por el que se han desplegado refuerzos de vigilancia en escuelas confesionales y centros religiosos. María, profesora de español en un colegio de Toulouse cercano al centro donde ha tenido lugar el atentado, explica que, al igual que el resto de habitantes de la ciudad francesa, está "un poco consternada y muy afectada por lo que ha pasado". Cuenta algunas de las medidas tomadas en la localidad hasta que se encuentre al agresor, como por ejemplo que las niñeras contratadas por el ayuntamiento tienen prohibido sacar a los niños a la calle. En el colegio en el que María trabaja se ha ordenado a los alumnos que se vayan a casa en cuanto acaben las clases, que salgan por una puerta que no es la principal y que no formen grupos en la entrada del centro. "Tengo miedo de sacar a mi hija al parque, tengo miedo de ir al centro, de ir a un supermercado grande... No se sabe dónde y a quién puede volver a asesinar", dice (20/03/12).