Paula y Manuel son dos chicos muy lindos, se les nota que tienen un corazón enorme y las ideas muy claras. Saben lo que es importante en esta vida y por lo que sí vale la pena luchar y dejarse la piel. Los dos han vuelto a nacer porque han superado el cáncer y las recaídas, y eso siempre estára ahí. La lucha por la vida de cada uno de estos chicos, ha unido a sus familias también.
Manuel va a participar de la Carrera de Sables en el desierto y Paula apuesta por la música, cada uno con su proyecto busca hacer visible causa: dar a conocer en qué consiste la donación de médula ósea porque en la planta de oncología han visto cómo otros no lo superaron y murieron esperando una médula para seguir adelante.
Sus padres no pueden evitar vivir el miedo a un nuevo ingreso y estos adolescentes también son conscientes de lo que tienen. Pero han formado una gran familia entre unos y otros y todos juntos están luchando por informar y fomentar las donaciones de médula ósea.
Es un gesto que no duele, sencillo, que seguro salva alguna vida porque son muchas las personas que están esperando a ese o esa donante de médula ósea. Paula, Mateo y muchos más. Con un pinchazo, como cuando te sacan sangre, hay suficiente. Unos minutos por una vida. A qué esperamos para donar médula?
