Esta semana somos cómplices del dolor, de la angustia, la incertidumbre y las ilusiones que muchas madres tienen por conocer la verdad. Son madres que siempre sospecharon que sus hijos fueron robados. Otras reconocen que sus hijos pudieron fallecer en el hospital pero son muchas, demasiadas, las incongruencias que hay en los documentos que acreditan dicha muerte. Y estas familias quieren saber la verdad.
Por eso muchas madres y hermanas han acudido a realizarse la prueba de ADN. Tienen la esperanza de que los cruces de los diferentes ADN con los hijos que puedan estar buscando a sus padres biológicos, les den respuestas. No buscan revancha, sólo justicia y poder abrazar a sus hijos si, efectivamente, estuvieran viviendo en el seno de otra familia. Como dicen estas madres: "que sepan que aquí también tienen a su familia y que conozcan sus raíces".
En muchos casos, las familias han puesto denuncias y ahora la policía judicial está investigando las diferentes historias a instancias de la fiscalía.