La denuncia de dos profesoras y una becaria de la Facultad de Ciencias de la Educación contra el catedrático Santiago Romero por abusos sexuales ha destapado parte de una realidad, hasta ahora, silenciada en la Universidad de Sevilla. Porque poco a poco van saliendo muchos más casos de abusos de todo tipo a profesoras de diferentes facultades.
Inma, por ejemplo, es profesora de dibujo en Bellas Artes y lleva más de 10 años sufriendo mobbing y acoso por haber denunciado en su día corrupción y abusos. Su lucha continúa y su sufrimiento también pero es una mujer valiente que no se achanta. Otras mujeres tienen miedo pero cada vez son más los abusos que se denuncian aunque sea de forma anónima.
La Universidad de Sevilla es la única universidad pública dónde no se puede elegir al rector por sufragio universal, con todo lo que ello implica. Y eso que la comunidad universitaria lleva tiempo reclamándolo. Por otra parte, tampoco muestran voluntad de transparencia cuando se niegan a que una comisión independiente investigue el caso del catedrático denunciado, como nos han contado.
Y son muchos los casos de puertas cerradas expresamente para que no se sepa qué pasa dentro de los despachos. Sólo los testimonios y las denuncias de las mujeres y estudiantes que puedan haber sufrido abusos pueden evitar que no se sigan repitiendo.