Esta semana nos subimos al camión que conduce Maite. Es enorme y transporta mercancías peligrosas en una megacisterna. Es una
camionera que se ha hecho un hueco en este mundo tradicionalmente de hombres. Una profesional del camión que disfruta de este trabajo pero también es consciente de las limitaciones familiares y sociales que tiene vivir en la carretera. La soledad le acompaña días enteros y
la cabina del camión se ha convertido en su segunda casa. Tal vez por eso, sean tan pocas las mujeres que se ponen al volante de un camión.
Sorprende ver a Maite al frente de semejante camión cisterna, pero ella conduce segura y transmite serenidad y confianza.
Conducir este camión no ha de ser fácil, cualquier maniobra es complicada y requiere ser muy hábil.