A pesar del paro, de la falta de recursos económicos y de las angustias familiares por salir adelante día a día, todos los niños deberían tener la posibilidad de disfrutar de ese tiempo. Esa es la idea de fondo que tuvieron algunos campings hace unos tres años. Querían ayudar, pero viendo las consecuencias directas, y se inventaron un proyecto solidario que tiene lista de espera. Álvaro García, del camping Cactus en Granada, nos lo cuenta con detalle, pero todos aquellos campings que se sumen a la iniciativa ofrecen un bungalow o/y una parcela de camping, según la capacidad de cada uno, para familias con niños que lleven por lo menos un año en paro. Las caras de los niños y de los padres compensa con creces a Álvaro, como nos cuenta. Ya son muchos los campings que se han unido a esta campaña y ojalá cada día se sumen más porque los peques también merecen sus vacaciones por pequeñas que sean.