La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, parece acorralada cuando no ha pasado ni medio año desde que fue reelegida para un nuevo mandato. El escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras está complicando cada vez más su situación, como se ha visto estos días en las principales ciudades del país. Cientos de miles de personas han pedido la dimisión de Rousseff y parte de su equipo por su implicación en casos de corrupción. Ella trata de sortear la creciente presión anunciando nuevas medidas para afrontar ese problema, pero el escándalo de Petrobras parece haber disparado definitivamente la indignación de los ciudadanos brasileños. Fabricio Borges, investigador asociado del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona, analiza la situación.
Entre paréntesis
Brasil sale a la calle para pedir la dimisión de Rousseff
16/03/2015
07:04