La Unión Europea está viendo resurgir movimientos nacionalistas que aspiran a formar un Estado propio. Situaciones que se viven ya en Escocia, Cataluña, Euskadi o Flandes y que tiene también presencia, todavía no tan fuerte, en otros territorios del Continente. Ante esta situación, ¿ qué futuro tiene la Unión Europea, planteada desde sus inicios como la semilla de una Unión Política?
Vamos a hablar de ello con Rafael Calduch, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.
Europa, explica, no puede ser la de los nacionalismos si fuera algo generalizado. El nacionalismo es una ideología excluyente basada en que a una sola nación le debe corresponder un único Estado, y "si a Europa le caracteriza algo es la fusión con diferencias religiosas, linguisticas, étnicas, etc".
Precisamente si algo demuestra la integración europea es que "los retos económicos no son asumibles ni siquiera por grandes Estados" como el Reino Unido o Alemania o Franci.Si este tipo de países tienen que integrarse qué posibilidades tendrían países minúsculos como Escocia o Cataluña. Hay, añade, un hecho incontestable y es que existen pequeños países pendientes de incorporación como Malta o Chipre o Eslovenia que han buscado la integración porque se dan cuenta de que "sobrevivir económicamente de forma independiente es imposible". Es ir en contra de la realidad (30/10/12).