Francia ha pedido que se adopten medidas en sus legaciones diplomáticas ante la posibilidad de que se registren incidentes tras la publicación en la revista satírica gala Charlie Hebdo de nuevas caricaturas de Mahoma. La policía vigila la sede de la publicación, que fue objeto de ataques el año pasado por una publicación similar. Su director, Stéphane Charbonnier, justifica los dibujos "en nombre de la libertad de prensa". Mientras el Gobierno ha prohibido una manifestación convocada para el sábado en protesta por el vídeo sobre el profeta.
Hablamos con Rocío Vázquez, investigadora de la Casa Árabe.
"Me parece una clara provocación y además gratuita", no es más que encender la llama y esperar a que estalle la bomba. Este asunto afecta a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo y es un movimiento mal intencionado y sin sentido.
No creo que vaya a aumentar la escalada de violencia que está provocada por un minoría, la amplia mayoría de musulmanes moderados y demócratas van a querer tomar las riendas porque no quieren que se les identifique con los salafistas. Habrá manifestaciones condenando la ofensa al Islam pero de manera ordenada. "Cada día hay mas países donde la gente sale a la calle pero no creo que la violencia vaya en aumento".
El debate de la libertad de expresión ya lo tuvimos en 2006 con las caricaturas danesas de Mahoma. Creo que no es un valor absoluto que se puede ejercer sin control. Sus límites están en el respecto al otro. Lo que hay que hacer es concienciar a la gente para que se dé cuenta de que ese derecho no es una excusa para agredir a quien se quiera (19/09/12).
