En la primera planta del edificio, la realidad sucede en cuatro tiempos: el de Noemí Alonso, nervioso e inseguro, que esta semana se ha informado sobre nuevas formas de buscar trabajo; el de Patricia de Blas, inquieto y un tanto burlesco, que el domingo se ha pasado por el Mercado de Lavapiés; el de Teresa Medina, casi ingenioso y con mucha chispa, que recuerda un concurso entre los mejores destinos Erasmus; y el de Yolanda Pintor, preocupado y por veces histérico, que cuenta la historia de cómo ha nacido un robot capaz de componer música clásica.
En el sótano, Clemente Cato y su equipo de parapsipasados han entrevistado a Danielle Tender. El espacio tiempo deja de existir para que ellos puedan explicar la realidad del más allá y del más acá.