En Perú continúa la limpieza de playas tras el vertido de petróleo durante la descarga de un buque a la refinería de Pampilla, propiedad de la compañía Repsol. La justicia peruana ha ordenado que los cuatro directivos de la refinería permanezcan en Perú hasta que concluya la investigación, después de que la fiscalía señalara que incumplieron sus responsabilidades. Unos seis mil barriles de combustible acabaron en el mar, lo que provoca un desastre ecológico con consecuencias incalculables. Una delegación de Naciones Unidas ha visitado la zona para evaluar el impacto ambiental. Según el gobierno peruano, Repsol no ha tenido un plan de emergencia adecuado para responder a la catástrofe, pero la compañía asegura que ha mostrado su plena disposición para colaborar con la justicia.
Informa Víctor Paredes