La masacre que ha causado el bombardeo a la estación de tren de Kramatorsk ha acelerado la decisión de muchos habitantes del este de Ucrania de abandonar el Donbás para intentar salvar sus vidas. Zelensky ha asegurado que las fuerzas ucranianas están listas para hacer frentes a la nueva ofensiva rusa, que lleva días acumulando tropas y armamento en el este y sur del país. El presidente ucraniano ha vuelto a calificar esta masacre como "crimen de guerra" y ha recibido visitas de líderes europeos como el primer ministro británico, Boris Johnson, que ha prometido incrementar la ayuda militar al país.
Las evacuación se había ralentizado después del bombardeo, pero ahora se está reactivando y llegan a Kiev oleadas de desplazados, especialmente mujeres y niños.
Informa Fran Sevilla, enviado especial