Por todo el mundo, las ciudades cierran sus calles al tráfico para los peatones y ciclistas. Aprovechando la reducción del tráfico y la caída de los niveles de contaminación por la pandemia, muchas de ellas ha anunciado planes para hacer sus calles más sostenibles. La mayoría de los trayectos que realizamos dentro de la ciudad no son más que 5 kilómetros. Por ello, Milán ha anunciado la transformación de hasta 35 kilómetros de calles este verano para abrir carriles bici de forma permanente. Bogotá ha aumentado 117 kilómetros de calles para ciclismo urbano. En Nueva Zelanda, varias ciudades han pintado algunas calles de colores brillantes para dar prioridad a peatones y ciclistas y se ha ofrecido a sufragar hasta el 90% de los costes para ampliar aceras o construir carriles bici. En París, el proyecto es convertir aquellas calles con rutas similares a las del metro en carriles bici para promover su uso. Boston, Budapest o Viena también están buscando alternativas a los desplazamientos en coche y ofrecer más espacio para moverse a los ciudadanos. Informa Juan Luis Merino.
España a las 8 fin de semana
Peatonalizar ciudades como alternativa al vehículo privado
10/05/2020
01:15