Este domingo se cumplen tres meses del inicio de la erupción de Cumbre Vieja. El volcán continúa en calma y aunque los expertos son cautos, los signos de agotamiento de la erupción se mantienen.
Un enjambre sísmico anticipaba que el magma quería salir a la superficie en el camino de Cabeza de Vaca. El 19 de septiembre, a las 15:12 hora canaria, comenzaba a rugir un volcán que hasta hace pocos días no ha dejado de escupir lava. A partir de ahí pasamos a escuchar cada día la valoración del volcán y de su director, Miguel Ángel Morcuende y a los vecinos. La lava ha ido avanzando poco a poco hacia el océano, creando una cascada de lava y en la base del acantilado, un delta de lava, agrandando la isla a medio centenar de hectáreas, pero también destruyendo todo lo que ha encontrado en su camino. Se estima que ha cubierto unas 3.000 edificaciones y 370 hectáreas de plataneras, el oro de la isla. En marcha el reparto de ayudas y también una ola de solidaridad que todavía continúa. La erupción sigue activa hasta que los científicos no certifiquen la muerte definitiva del volcán. Informa Luis Miguel Montes.