En 1937 y 1938, unos 30.000 niños españoles fueron evacuados de España durante la Guerra Civil. 3.000 de ellos fueron a la Unión Soviética. Salieron en barcos desde los puertos de Gijón, Valencia y Santurce. Cuando los niños llegaron a la antigua URSS (principalmente vascos y asturianos) fueron a vivir a 14 "casas de niños".
Pudieron salir de la Guerra Civil española, pero pronto se encontrarían con la dureza de la II Guerra Mundial en tierras soviéticas y con los años de posguerra. A mediados de los años 50, algunos de esos niños pudieron volver a España y otros se fueron a Cuba. Muchos hicieron su vida en Rusia y ahí siguen por distintos motivos.
El Centro Español de Moscú, que se creó en 1966, es la casa de todos estos "niños de la guerra", una casa donde tienen múltiples actividades y se juntan, especialmente los viernes, para comer juntos, recordar viejos tiempos, hablar en español, comentar la actualidad en España.
Allí, en la calle Rozhdestvenka, en el centro de la capital rusa, el periodista de RNE José Barrero ha compartido un día con cuatro "niños de la guerra": Herminio, que acaba de cumplir 86 años; Luis de 90; Nicolás, de 91 años, y Conchita, con 88.
Por ejemplo, Luis ha sido un gran músico que ha llegado a trabajar en el Teatro Bolshoi. Nicolás, que nació en una de las siete calles de Bilbao y es del Athletic, nos habla de la importancia de reunirse para seguir manteniendo la lengua española. Conchita era muy pequeña cuando tuvo que salir de España por la guerra y recuerda el viaje en barco. Y Herminio tuvo que quedarse en Moscú porque si no hacía así, nos cuenta, hubieran despedido a su suegro de la fábrica en Rusia.
Aunque llevan muchos años viviendo en Moscú, en este Mundial van con España. Lo de volver a su patria, como dicen, ya es complicado. Llevan casi toda una vida en tierras rusas.