En Cantabria hay más demedio millar de viviendas sobre las que pesa una sentencia firme de derribo. Fueron construidas de forma ilegal, vulnerando los planes urbanísticos o leyes como la de Costas. Los afectados llevan 20 años pidiendo a los políticos, los mismos que firmaron las licencias anuladas después en los tribunales, que busquen una solución a su problema.
Cada cuatro años, cuando llegan las elecciones, vuelven las promesas que ya no se cree ninguno de los propietarios.
Una de esas urbanizaciones es La Llana, en el municipio de Argoños. Son 99 viviendas unifamiliares que empezaron a edificarse en 1997 y que, tras un largo proceso judicial, en 2007 el Tribunal Supremo, en sentencia firme, condenó a la piqueta.
Allí, charlando con sus vecinos, ha estado Borja Domínguez que ha elaborado el siguiente reportaje junto con Armando Gutiérrez