Según Naciones Unidas, cerca del 20 por ciento de la población mundial vive en zonas en las que escasea el agua. Y a corto plazo, con el aumento de la población, el efecto invernadero y el cambio en los patrones de consumo, se prevén mayores dificultades para satisfacer la demanda.
Y es que no solo usamos el agua para beber. Muchas de nuestras actividades cotidianas o la producción de bienes y alimentos suponen un elevado consumo. En un contexto de globalización en el que las políticas ambientales intentan alcanzar un desarrollo sostenible, cobra especial importancia la creación de un indicador que proporcione información útil a nivel internacional. En 2002, investigadores de la Universidad holandesa de Twente acuñaron el concepto de "huella hídrica" que, según Daniel Ramón Vidal --doctor en Biología y miembro de la Real Academia de Ingeniería-- es un indicador medioambiental que nos dice la cantidad de agua que nos cuesta producir un producto.
Se estima que el 70% de la huella hídrica a nivel mundial está relacionada con los alimentos, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Producir 1 kilo de ternera necesita 15.000 litros de agua. Esto incluye no solo el agua incorporada al producto en sí mismo, sino la que se ha contaminado, la devuelta a otra cuenca o al mar e, incluso, la evaporada en todos los procesos. Pero no sólo la carne requiere de grandes recursos: producir un kilo de arroz necesita 5.000 litros de agua, un kilo de café cuesta 8.000 y un kilo de vainilla para obtener el aroma más utilizado en la industria alimentaria precisa de 100.000 litros de agua.
China, India y Estados Unidos son los países con mayor huella hídrica del mundo pues acaparan el 38% del consumo de agua. España, a pesar de ser el país más árido de la Unión Europea, ocupa el segundo puesto -por detrás de Portugal- con mayor huella hídrica de Europa con 6.700 litros por persona y día.
En este contexto de limitaciones, se buscan estrategias para reducir ese consumo. Por ejemplo, cultivos más eficientes, seguir la dieta mediterránea --rica en frutas, verduras y pescado-- o el uso de microorganismos modificados para conseguir determinados productos como los aromas.
Esto es ingeniería
Huella hídrica, un indicador medioambiental
19/04/2022
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