Infraestructuras sostenibles para el Horizonte 2030

El actual concepto de sostenibilidad apareció por primera vez en 1987 en el Informe Brundtland para Naciones Unidas, en el que se alertaba de las consecuencias negativas para el medio ambiente del desarrollo económico y la globalización, y abogaba por su protección y uso racional. En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible con 17 objetivos que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta la lucha contra el cambio climático, la educación, o el diseño de nuestras ciudades. Objetivos --asegura Mauricio Gómez Villarino, doctor ingeniero de Caminos y director de IDOM en Madrid-- donde la ingeniería sostenible tiene mucho que decir.
El concepto de infraestructuras sostenibles hace referencia a los equipamientos y sistemas destinados a prestar servicios esenciales para la ciudadanía como carreteras, puentes, torres de telefonía, centrales hidroeléctricas o ciudades que son respetuosas con el medio ambiente pero también --advierte Mauricio Gómez-- una oportunidad para crear empleo, riqueza y un uso eficiente de los recursos.
En contra de lo que se puede pensar, estas infraestructuras no son más caras que las tradicionales ya que según el Banco Mundial, proporcionan servicios más confiables, resisten mejor los fenómenos climáticos extremos y amortiguan el impacto de las amenazas naturales en las personas y la economía.
La mitad de la población mundial, 3500 millones de personas, vive hoy en día en las ciudades y se prevé que esta cifra aumentará a 5000 millones para el año 2030.
El crecimiento urbano trae consigo oportunidades, prosperidad y bienestar para muchos de sus habitantes, pero también genera importantes desequilibrios sociales, económicos y medioambientales. La ONU propone ciudades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Un objetivo --recuerda Mauricio Gómez-- en el que trabajan muchas empresas españolas de ingeniería.