La ciencia de la belleza: medicina estética

Los laboratorios de las grandes marcas, las Universidades y los institutos de medicina cosmética tienen potentes equipos de I+D+I y de ellos surgen tratamientos novedosos, con componentes como polímeros derivados de la celulosa, junto a otros más conocidos por el gran público como el colágeno o el ácido hialurónico.

Cosméticos en ciertos casos personalizados porque para fabricarlos se parte del ADN de la piel del individuo al que van destinados. En ocasiones no solo persiguen la belleza sino también borrar las marcas que dejan tratamientos agresivos como la radioterapia.