La inmigración y los refugiados vuelven a ser un problema grave e inmediato para la Unión Europea. Turquía ha abierto sus fronteras para dejar pasar, via Grecia y Bulgaria, a miles de refugiados de la guerra en Siria. Es una forma de presionar para que la OTAN y la Unión Europea se impliquen más en ese conflicto y para recibir más ayuda para atender a los miles que están en su territorio. El presidente turco advierte a la unión que tendrá que compartir la carga. Los refugiados vuelven a ser los grandes perjudicados de toda esta situación, y utilizados como moneda de cambio. Ruth Ferrero es profesora asociada de Ciencia Política de la Universidad Complutense, y experta en migraciones y Balcanes. En su opinión, la Unión Europea tiene que hacer principalmente dos cosas: primero cumplir la legalidad y los acuerdos de Ginebra, y después no confiar en Erdogan.
Europa abierta en Radio 5
Turquía provoca una nueva y grave crisis de refugiados
03/03/2020
07:33