Donald Trump ha ganado las elecciones norteamericanas. Con más facilidad de lo esperado, pero no se puede decir que su triunfo en el fondo sea una sorpresa. Mientras, en la UE toca aceptación de los resultados, corrección política para felicitar y llamamientos para que la relación trasatlántica no se vea afectada. Al frente de esa primera reacción europea ha estado el presidente francés Emmanuel Macron, que se ha coordinado con el canciller alemán Olaf Scholz para dar una respuesta común. Mientras en la mayoría de los líderes europeos ha habido cordialidad, en otros hay directamente euforia, como es el caso del primer ministro húngaro, Víktor Orban, su principal aliado entre los 27. Dice que tiene grandes planes con Trump, tras lo que califica de "maravillosa victoria" y puede que cuente alguno en el Consejo Europeo informal que se celebra en Budapest este viernes. Hungría preside hasta el 1 de enero el Consejo Europeo y la fecha para la convocatoria, justo en la semana de las elecciones norteamericanast, no parece casual.
Trump vence y no supone una sorpresa para Bruselas, se contaba con lo que podía suceder. Hay planes ante lo que puede significar para evitar que pase lo de 2016 y no haya tantos choques en el comercio, en la defensa y en la inmigración.
Tenemos cita con el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense Miguel Ángel Benedicto. Su teoría es que podemos ver la botella medio llena ante esta nueva llegada de Trump y que la Unión Europea puede salir reforzada si aprovechamos esta oportunidad forzada.