Cumbre de la Unión Europea en Bruselas, en la que además de los temas previstos, Rusia, Turquía, COVID, economía o recuperación, el tema estrella ha sido la llamada de atención a Hungría y a su primer ministro, Víktor Orbán, por la ley que prohíbe hablar de homosexualidad en las escuelas. En el seno del Consejo Europeo se ha producido un fuerte rechazo a esta ley y a la actitud de Orbán, contraria a los valores fundamentales de la UE.
Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense, considera que, a pesar de la contundencia de las condenas, no se ha producido el aislamiento total de Hungría que algunos apuntan. Hay países que por falta de valentía han permanecido callados, comenta Ruth Ferrero, quien cree que la UE lleva avisando demasiado tiempo a Hungría por su deriva y que no debería dejar pasar ni una más a Orbán.
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