El comercio electrónico, que ha crecido de manera espectacular en los últimos años en la UE, se adapta a la nueva realidad digital. La actual normativa data de 1993, cuando el comercio electrónico estaba en pañales. Ahora, a partir del 1 de julio, llegan nuevas normas que adaptarán el pago del IVA, el impuesto básico europeo, y que sin embargo eludían algunas empresas y plataformas de terceros países. El agujero para la UE era de 7.000 millones de euros. Terminará la exención del IVA para las mercancías importadas por empresas de terceros países inferiores a 22 euros. Habrá además una ventanilla única para ponerse al día y pagar IVA en el país donde se venda por más de 10.000 euros.
Begoña Casas, profesora del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Madrid, considera que esta reforma es imprescindible para responder a las necesidades reales del comercio electrónico que ha acelerado su desarrollo en años tras la pandemia.