Una alimentación rica en frutas y verduras, poca carne roja y grasas saturadas, mucha agua y ejercicio diario. En eso se basaría fundamentalmente la dieta mediterránea. Un patrimonio que tenemos en nuestro país y que otros muchos nos envidian. El aceite de oliva y la extraordinaria huerta que tenemos en nuestras regiones tendría que facilitarnos la tarea de comer bien. Pero desgraciadamente no es así. La incorporación de la mujer al mercado de trabajo y las largas jornadas laborales han cambiado nuestro ritmo de vida y nos ha obligado a cambiar nuestra forma de comer...por otra mucho pero. Los expertos de Futuro Abierto aportan todos los datos y opiniones.
Intervienen Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra. Ramón Estruch, Consultor Senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clinic de Barcelona. Y Ricardo Murias, Jefe de cocina del Colegio Gredos San Diego Las Suertes.