Hoy la poesía va a la civis, a la urbs y a la polis. Y comenzamos con esas “ciudades invisibles” que, además de ser un concepto estupendo, es el título de una obra del escritor Italo Calvino. Calvino, hijo de botánicos, dice que “no hay lenguaje sin engaño” pero lo cierto es que él no engaña al traernos, en los labios de Marco Polo toda una serie de ciudades fantásticas tal y como siglos antes hacia Tomás Moro con "Utopía". De entre todos estos destinos, nosotras nos acercamos esta noche a la ciudad de Sofronia. Prosigue Mario Obrero comentando que una ciudad es también un ecosistema y que en él la vida no es una fijación de la forma sino un continuo ciclo que opone, modula e intercede en el cuerpo urbano. ahora nos tenemos que ir necesariamente a lo que no es ciudad, al extrarradio o periferia que acota y, por tanto, define completamente el territorio cívico. Nos acompañan los versos de Jon Obeso, ganador del último "Premio Margarita Hierro" por su poemario "Tala". En griego, la ciudad era la polis, de donde nos llega la palabra “política”. Si la política es el ejercicio natural de la polis, de la ciudad, tenemos que escuchar y oír a un gran poeta y mala, malísima hierba. Hablamos de Pier Paolo Pasolini, de quien leemos versos pertenecientes a sus obras "Il canto Popolare" y "Las Cenizas de Gramsci". Nos quedamos en clave mediterránea para recordar aquel estupendo verso del poeta griego Konstantino Kavafis que decía: “No encontrarás nuevos lugares, no encontrarás, no, otros mares. La ciudad, donde tú vayas irá". Cerramos con la poeta Gracia Aguilar Almendros, hija de poeta y astróloga a la vez que creadora de ciudades habitables, derruidas, imposibles y visitadas. De su libro "Libérame Domine" leemos el último poema de esta noche.
Gente despierta
Un poeta en París - Poesía que va a las ciudades
01/07/2022
18:51