Durante el verano de 1806, Beethoven aprovechó la invitación del Príncipe Lichnowsky para descansar en su palacio de Gratz. Esta pequeña ciudad austríaca a orillas del río Mura, idílica, que no superaba los 20 grados, suponía una suerte de oasis tras pasar un año muy difícil en la bulliciosa Viena, ocupada por los ejércitos napoleónicos. Pero Beethoven, ávido por mostrar al mundo un cambio en su música, quizás con tintes similares a los movimientos políticos de Europa en ese momento, se dispuso a escribir desde el 26 de mayo al 5 de julio un conjunto de cuartetos de cámara que dedicaría al aliado de su protector, el conde Andre Kirilovich Razumovski, embajador ruso en la capital austríaca. En estas tres obras reflejaría una mayor riqueza y variación compositiva, donde se aprecian intrincadas capas y ambiciosos desarrollos de los temas, técnicamente muy complejos, y con un destacado tinte popular ruso. Y sobre su origen, composición, su destinatario y su música se han escuchado las opiniones de Jan Bock, François René Tranchefort y María del Ser, haciendo referencia a los escritos de Mark Ferraguto. La grabación seleccionada ha contado con la interpretación del Cuarteto Ébène.
Gran repertorio
BEETHOVEN: Cuartetos Razumovsky
08/08/2021
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