Corría el verano de 1854 cuando un joven Johannes Brahms, de 21 años, escuchó por primera vez la Novena Sinfonía de Beethoven. Su majestuosidad y calidad, sin parangón, lo conmovieron de tal manera que rápidamente se puso a orquestar tres movimientos de la que querría que fuese su primera sinfonía. Sin embargo, el resultado no terminó de convencerle, por lo que reutilizó dichos materiales en una nueva sonata para dos pianos y en su primer concierto para piano, siendo más tarde parte también de su Requiem alemán. Pero la idea de homenajear al genio de Bonn seguiría rondando su mente hasta que, por fin, y tras escuchar el consejo de Robert Schumann, se atrevería a afrontar la que sería su Primera Sinfonía en Do menor, op. 68, de la que se hablará a lo largo de este nuevo documental de Gran Repertorio.
Gran repertorio
BRAHMS: Primera sinfonía
19/10/2022
30:06