"El aire puro del campo llenará de paz tu corazón... Escapaste de aquel extranjero indigno de ti... Deja que me preocupe del futuro. Confía en tu padre que tanto te ama".
Con estas palabras del Marqués de Calatrava, las últimas de amor que dedicará a su hija Leonor antes de su funesto final, comienza “La fuerza del destino”, melodrama en cuatro actos de Giuseppe Verdi sobre un libreto de Francesco Maria Piave, basado en la obra de teatro “Don Álvaro o La Fuerza del sino”, de Ángel de Saavedra, Duque de Rivas. Una muestra más del profundo interés del compositor por las tierras y costumbres españolas, y que, en esta ocasión, debe ser recordada, por encima de todas las cosas, por haberlo sacado de su voluntario retiro en la villa de Santa Ágata. Verdi, cansado de tanto trabajo, decide dejar la composición, para sorpresa de todos, tras el estreno de Un ballo in maschera, y no sería hasta tres años después cuando el Teatro Imperial de San Petersburgo, tras encargarle una nueva ópera, lo hiciese regresar a los escenarios.
Y sobre su origen, su adaptación del original español, su argumento, su música, sus dos versiones y algunas curiosidades al respecto se han escuchado las opiniones de Peter Lutz, Arturo Reverter y Augusto Martínez Olmedilla. En las lecturas han participado Roberto Quirós y Cristina Bravo. La grabación seleccionada, de 1955, ha contado con Silvio Maionica como el Marqués de Calatrava, Renata Tebaldi en el rol de Leonor, Ettore Bastianini como Don Carlo y Mario del Mónaco interpretando a Don Álvaro, todos ellos acompañados por el Coro y la Orquesta de Santa Cecilia, bajo la dirección de Francesco Molinari-Pradelli.