Esta vez nos hemos ido al pasado con una artista londinense que, sin embargo, fue designada la ''reina blanca del soul''. Es Dusty Springfiel, que en la segunda mitad de los años 60 fue proclamada la mejor vocalista pop británica. Introdujo en aquel país a las grandes figuras de la Motown y su voz, con aquel trémolo tan especial, conquistó a compositores como Burt Bacharach gracias a su perfeccionismo extremo. Aunque sería el sonido del soul el que acogería sus mejores grabaciones, Dusty se inició en el terreno del folk con un grupo familiar llamado los Springfields (foto inferior). Aunque a veces es una de las grandes olvidadas al hablar de la Invasión Británica, Dusty Springfield, fue una de las primeras en obtener un éxito significativo al otro lado del océano, superando a compatriotas como Cilla Black, Helen Shapiro o Lulu. Su personalidad sobre el escenario, su voz a veces quebrada y a veces susurrante, encontraba en las canciones de Burt Bacharach un argumento perfecto, aunque sería un álbum grabado en la legendaria ciudad de Memphis el que la encumbró en 1969, gracias sobre todo al inolvidable "Son Of A Preacher Man" Siempre la recordaremos como una belleza rubia, impecablemente vestida y maquillada, bien al contrario de sus descuidados años más jóvenes, donde adquirió el nombre de "Dusty" (polvorienta). Su vida privada enturbió su excepcional carrera musical y pasó por tiempos duros, de grandes desengaños, crisis sentimentales y escasas simpatías profesionales. En 1999 el cáncer nos privaba de su presencia, pero siempre la recordaremos como la vocalista que tenía el alma de las cantantes negras.
Hecho a mano
Dusty Springfield, reina del soul
05/03/2012
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